Cambia tus sentidos. Cosas para no pensar. Y otras yerbas.
Me repito continuamente las leyes bajo las cuáles fue forjado este blog, así me siento más libre de tratar estas cosas, que no son las que quería comentar. Quería hablarles de la Brotherzone o sobre las reglas a seguir para ser el rey de los hipsters o pensamientos vagos sobre cuál es el sentido que más felicidad nos puede dar. Qué se yo. Cosas. Pero no me sale... porque estoy muy frágil.
Y yo podría culpar a las fechas actuales, el otoño, el próximo inicio de mayo y los recuerdos de la historia que no sé localizar. Pero crecí un poquito, entonces me culpo a mí misma. Ugh.
No está bueno culparse a uno mismo cuando se está frágil, porque básicamente todo duele cuando uno está frágil, así que "las cosas que duelen siempre" van con attack x2. Trataré de cambiar la narrativa actual (es gracioso porque no sé nada de narrativa).
La sensación de fragilidad es básicamente la sensación de una herida dentro. Sentir el corazón trizado, pero está bien, o sea, uno es humano, estas cosas pasan, shit happens, uno vive con trizaduras de historias que no logró cerrar -hasta que las logra cerrar, o no-. No suena tan terrible hasta que pienso en el miedo. Uno puede vivir con un cartel que diga "no apoyarse, vidrio roto", pero aunque todos hicieran casos hay cosas que no se podrán controlar e, inevitablemente, van a romper el vidrio. Podría ser que en un estado de fragilidad ningún evento lo rompa a uno, pero mientras tanto se va a tener tengo miedo. Tengo miedo de romperme, tengo miedo de deprimirme feo como me suele pasar, que se me caen todas las angustias sobre la cabeza al mismo tiempo y pierdo el control, tengo miedo a volver a pasar por todas esas sensaciones horribles. Confieso. Aunque creo que es obvio.
Entonces la fragilidad lleva al miedo y PORSUPUESTOQUE el miedo lleva a la angustia. O sea, por miedo a que se me caigan las angustias como balde de agua genero otra. Y la angustia nos paraliza.
La fragilidad me deja inmóvil. Y es tal la situación que no puedo seguir adelante con mi rutina. No puedo cumplir con mis obligaciones básicas. Apenas puedo con mis necesidades básicas. Porque estoy congelada y trizada, porque la fragilidad, la debilidad de mi ser, el miedo, hace que me aleje de cualquier probabilidad de enfrentarme a alguna de mis angustias. Una de estas es, por ejemplo, el error.
No puedo hacer nada que pueda resultar mal.
Tampoco puedo exponerme con la gente "allá afuera". Me siento muy frágil como para interactuar con cualquiera, me siento muy mareada controlando este torrente de mierda como para actuar normal. Estoy agotada tratando de no ceder y quedarme en la fragilidad en vez de pasar a la angustia.
Hay que eliminar la fragilidad.
¿Cómo?
Podría ser más fuerte para que eventualmente la fragilidad desaparezca, pero primero tengo que sanar la grieta dentro. ¿Cómo?
No sé. Hablar de esto me hace bien, me calma, más bien, puedo poner en un lugar estás cosas y que no queden dentro. Pero la sensación del daño interno no se va. Sin embargo no me siento así todo el tiempo, así que debe existir alguna forma de pasar al estado normal. Pero desconozco el procedimiento. Lo desconozco tanto que no sé si puedo hacerlo sola, tanto que no recuerdo ningún paso a seguir. Entonces espero.
Espero encerrada, lejos de todo. Como un jarrón muy antiguo de museo... ¿Cuándo fue la última vez que visitaste un museo?
1 comentario:
No puedo decir que te entiendo a la perfección, por que no soy tu, pero te entiendo. El miedo, la angustia, nos impide avanzar, pero como tu mismo mencionas, hablar de estas cosas ayuda. Y si bien no lo superaremos en el corto plazo, es mejor dejar salir todo a quedarnos con estas molestias y que crezcan dentro nuestro.
Algún día me robaré ese Jarrón, le sacaré brillo para dejarlo como nuevo y lo llevare de exhibición por todos los museos del mundo, bajo el trato y reconocimiento que merece.
Palta, Atún, Tapsin Caliente.
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